jueves, 25 de noviembre de 2010

Hurtado

No te lleves lo que no es tuyo.
Sabes que no te pertenece,
menos aún lo hagas bajo la mirada de su dueño,
pues le puedes causar algo muy triste...

Mientras le observas, lo analizas,
cuando se acerca uno al otro, sientes que todo está perdido,
pero ahora que se descuida,
te lo llevas para así hacer de las tuyas.

Ahora que lo tienes crees y que te pertenece,
le cuidas, le haces limpieza, le vistes, incluso le lavas el pelo.

Con tu imaginación juegas,
también con la de aquel que lo ha extraviado.

Juegas con los humanos como si de marionetas se tratase;
con sus sentimientos por aquello que le pertenecía.

Bailan, cantan, caminan, corren, una pierna le has amputado;
saltan, cocinan, beben, y en paracaídas se lanzan,
luego el cuello le has quebrado.

De tanto jugar, rasparlo, rasguñarlo,
entonces le ves como algo inútil,
luego lo desechas.

Ahora te das cuenta que a tí te han hurtado algo:
El amor de tu vida han asesinado.


1 comentario:

  1. Los cleptómanos no tienen consideración con nadie, roban a destajo y como para ellos es una conducta innata, no se vislumbran el daño que van dejado a su paso. Cómo tú dices, quizás varios seamos los que han sufrido un hurto.

    Bonito texto, me gustó, da la impresión de ser infantil, las palabras tienen una doble lectura, la del fondo es la más fuerte. Que bueno que actualizaste, me gustó postearte y escuchar el tema de Bublé.

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