martes, 2 de agosto de 2011

Ç. Me dijiste

Me dijiste que no diga no,
cuando puedo tomar otro camino,
cuando puedo usar mis propias manos y contruir el camino,
cuando puedo continuar en esta vida
y tomar mis propias decisiones.

Porque solo está esa regla,
Saber pararse y seguir,
continuar sin llorar tomando las riendas de la carreta,
para avanzar en el sendero que uno mismo va cosechando...

Me dijiste que te dijera qué miedos más tenía,
y siempre tuve miedo a esos fantasmas,
hasta que ya siento que casi es tarde,
pero no es tarde,
la vida continúa,
y aquí estoy tomando las riendas de mi pequeña carreta,
cosechando poco a poco nuevos frutos
gracias a una gran inspiración
arribada en un momento a mi vida.

Me dijiste que corro peligro,
y yo no logré observar tus palabras,
estaba ciego por algún motivo en ese momento,
y no te he dicho que he recuperado mi vista,
el poeta que llevo dentro,
y las ganas de continuar con la vida,
pero no con esta vida,
sino con esta nueva vida,
que de apoco cambiaré,
pero que sí cambiaré,
pues ahora he visto tantas cosas,
interpretado cada respiro,
explorado a cada rincón en la habitación de los pensamientos,
y llegado a ese punto,
esa inspiración que me ha hecho cambiar,
que me hizo descubrir un nuevo modo de vivir,
siendo libre de los miedos,
luchando con esta espada forjada con mis sentimientos,
para vencer a cada uno de los miedos que vengan
a buscar destruir mi paz interior.

Iré al sol a traerte una nueva luz,
que te haga nuevamente inspirar a fondo,
que te hará sentir el aire fresco otra vez,
un aire enérgico,
y con mi aura renovada tras estas penas,
pues ya no olvidaré aquel momento...
en que sentí que yo,
ya no era yo,
en que comenzaste a desprender sufrimiento de tu piel,
y que en el momento que sucedió no analicé,
y ahora estoy aquí,
queriendo volver a tí,
con todas estas ganas de cambiar esta vida,
mi vida, para alimentar esa semilla que en algún fondo ha quedado.

Sé que ya no me tienes tanta confianza,
y te dí grandes motivos,
varios hechos que hicieron que se diese así...
Y ahora aquí estoy nuevamente,
comenzando a preocuparme y haciendo cosas
para que la piedra que lancé no siga atascada en tu pecho,
y aquella lanza enterrada en mi piel deje de cortar,
para dejar de sangrar amor al aire,
y recuperar,
nuevamente,
tu confianza,
y plantar nuevas semillas
para regarlas cada día,
cada día sin descuidar
y con nuevas inspiraciones diaras alimentar.

Quiero volver a cantar nuevos versos contigo,
y continuar con lo que venga en adelante,
enfrentar lo que depare el futuro,
sin tener que preocuparse por el qué digan,
sino por cómo solucionar las nuevas oportunidades.

Me dijiste que no escribiese una canción triste,
por eso estoy ahora sobre los pájaros,
de aquellos que a lo lejos vuelan
buscando nuevas rutas,
donde encontrar nuevos trinares,
que les llamen la antención
para detenerse y admirar por un momento.

Me dijiste que no me tirase para abajo,
pues siempre habrán cosas para sonreír en este mundo,
donde encontrar y entregar las mejores vibras,
correr, gritar, saltar y volar,
y nuevas formas de arte crear
para nuevas miradas deslumbrar,
y a alguien hacer enamorar.

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