sábado, 14 de julio de 2012

Seco invierno


Un invierno eterno llega a mi cabeza,
tarareando melodías,
asechando los pensamientos,
bordeando el abismo justo antes del ejercito de espadas
que ahorcan cada fugaz pensamiento que se les atraviesa.

Cantando río abajo caen las risas,
ojerosas montañas de tierra,
montes del olvido,
llenas de vacío.

Lloran, las tristes niñas,
corren hacia los árboles que secas dejan caer
las hojas llenas de canciones,
escritas cada una,
hojas llenas de amor cayendo...
cayendo...

Grietas en la sombra sobre la que camino,
gritando y rodando en la oscuridad.

Quiero que llueva bajo este eterno.


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