Cada día que respiro
más me haces falta;
es en este momento
en que tus estrellados, extraño.
En este bizarro mundo
nada me llena más de alegría
que tu inspirante frescura,
los frutos de tu piel,
la refrescante y renovante brisa...
Pero lo que no olvidaré,
por más lejos que esté,
o aunque cegada quedase mi mirada,
es el verde que te pinta,
cada parte de tu vida,
desde un extremo a otro,
excepto tus solitarios recovecos.
Y me da pena que millones,
millones de personas no te valoran...
Querido Planeta.
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