jueves, 15 de mayo de 2014

Mi luz

Luego, cuando el reloj dejaba de hacer tic tac, comenzaba a oírse una melodía llrna de sonrisas, coqueteando con su mirada y sabrosa letra. Aquella hacia alusión a los engranajes del reloj, omitiendo que los engranajes necesitan fuerza para girar eternamente. Pero las leyes de la biología olvidaron eso cuando el pintor sostuvo su saxofón frente al reloj y comenzó a tocar frente a los dorados cristales. Todo se volvió verde, cayendo un eterno manto que quiso cubrir delicadamente al reloj, cobijándolo y entregándole protección.

Aquel reloj comenzó a latir, en un lugar donde los poemas dibujan, y las historias pintan eternas melodías, que se entregan completamente al observador en una danza de hermosas  miradas, mientras él admira su esplendor.

Tu, mi luz, llenas de alegría mi vida, olvidando los problemas, continuando las pinturas que crea tu mirada, la danza de tus labios, poesía de tu sonrisa, haciendo latir nuevamente mi reloj.